Daniel Melero y Aníbal Buede convocaron a compartir sus procesos de trabajo con los artistas argentinos Elian Chali, Gaspar Núñez/Leonardo Iramain, Gisella Mailen Scotta, Inés Beninca, Julieta Seco, Lucas Aguirre, Luciano Burba, Nicolás Balangero, Emilia Casiva, Nina Kovensky, Manuel Quaranta, Soledad Sánchez Goldar y Las Hijas de Israel, y el acompañamiento de Alejandro Londero como mánager. Y Neyib se anotó en la pared y yo me anoto acá. Todos se encuentran desde hace un mes trabajando en el 220 Cultura Contemporánea, Espacio Cultural de Plaza de la Música.
La propuesta consiste en tomar el espacio a modo de Obrador como terreno precario y en constante mutación. En la apertura el espectador se encontrará con los procesos de trabajo de cada artista en suspensión, y podrá experimentar el obrar más que sus obras. Estos procedimientos estarán contaminados por un colchón de sonidos que flotará por todo el espacio y que fueron diseñados por Daniel Melero y Las Hijas de Israel.
Tres instancias más acompañarán al espacio puramente expositivo: un libro de ensayos, editado por Emilia Casiva y Nicolás Balangero; un wordpress desarrollado por Soledad Sánchez Goldar, con aspectos contextuales que generan nuevas lecturas excediendo y sumando sentidos a lo expuesto; y un trabajo de mediación/extensión que llevado adelante por Inés Beninca. El registro corre por mi cuenta en analógico, en lo digital me contrataron.
Las cámaras que llevé, se volvieron parte de ese obrar. La prótesis de ellos en mi prótesis: obra en octavas, cuaderno al fin.